¡BICAMPEONES!
El Barça gana
un partido que lo hace campeón de Copa y bicampeón en una gran temporada. La
final ha sido dos partidos diferentes pero, sin duda, se ha visto un partido
brutal.
El partido
empezó sin muchos sobresaltos. Ambos conjuntos prefirieron sentar las bases del
juego antes de empezar el asedio ofensivo. El balón fue controlado por un Barça
que se centró en un ataque más organizado y regulado por balones largos, y
rasos, que penetraran la estrecha línea situada entre la defensa y el centro
del campo sevillista. El Sevilla, por su parte, iba aguantando el tipo e inició
su pugna personal por el esférico, que parecía que no iba a cambiar de dueño.
Los minutos
iban pasando pero el juego no cambiaba. El partido había roto las leyes de la
física parando el curso del partido y haciendo que este mostrara una imagen
tediosa y aburrida. Tanto el local cómo el visitante bajaron el ritmo
exponencialmente durante los primeros 30 minutos al esperado en la previa, no era
una final de copa. El equipo catalán continuaba su monótono e ineficiente juego
de pelotas largas que no dañaban a la defensa andaluza. Los tiros libres, los
chutes des de lejos y los centros fueron la clara imagen de lo que se llama “inútil”.
Nada servía…
Pasado ya el
minuto treinta y cinco el partido dio un giro de 180 grados cuándo Gameiro cayó
en la frontal blaugrana a partir de un agarre bastante claro de Mascherano. De
forma dudosa, el argentino se fue expulsado y el Barça se quedó con uno menos. Tras
esto, el partido no tuvo más sobresaltos hasta el descanso.
La segunda
mitad comenzó con cambios para un Barça que tenía que reestructurarse tras la
expulsión de Mascherano. Primero fue Mathieu quien entró por Rakitic para
ofrecer más fortaleza defensiva. Tan sólo diez minutos más tarde Suárez tenía
que ser sustituido por Rafinha al recibir un tirón en su pierna izquierda con
posibles consecuencias negativas.
Con el partido
de nuevo estructurado, el juego subía poco a poco el nivel y la temperatura del
horno colchonero se iba calentando. El juego tuvo más verticalidad y se ofreció una imagen
más ofensiva que en el primer tiempo. El Barça, más agazapado que el Sevilla, prefirió
resguardarse en su campo para recuperar el cuero y salir al contraataque con
Iniesta, Messi y Neymar cómo protagonistas.
Ataques controlados
pero esporádicos del Barça no hicieron temblar a un Sevilla mucho más duro en
todas las líneas. Los de Emery controlaron la pelota durante gran parte de la segunda
parte y eso se vio demostrado en el cansancio que antes llegó a las filas rojiblancas.
Aunque el Sevilla era quien llevaba las riendas, el Barça no se movía de su
campo y si salía al ataque lo hacía con pocos efectivos. Todo esto hizo que el
equipo del Lucho tuviera más fuerzas de cara a la recta final del encuentro.
En los últimos
soplos del tiempo reglamentario, el árbitro hizo justicia de todo lo sucedido
anteriormente. Tras un partido, cogido con pinzas, del asistente, este pitó lo
que debía de forma tardía pero correcta. Múltiples faltas hechas por el Sevilla
muy cerca de su área despertó el enfado de los jugadores y afición del Barça que
veían cómo el partido se acababa. Entonces, una falta de Banega clarísima se
presentó ante un árbitro que, esta sí, tenía que pitarla. Banega expulsado y
las cosas al mismo nivel. Un nivel que se mantendría hasta el fin del tiempo.
La prórroga empezaba
y, con ella, la emoción. Emoción que se había multiplicada con un KO que podía suceder
en cualquier momento con muy poco crono por delante y unas piernas exhaustas por
el agotador ritmo impuesto en la segunda parte. Balones largos y pelotas pesadas a la espalda de los defensas
fueron las características ofensivas de los dos conjuntos. En una de ellas,
Messi la colgó con precisión a la nuca de los centrales para que Alba la bajara
con nieve y empalmara un lanzamiento que le daba una Copa al Barça. Sergio Rico
no pudo hacer nada y el de Hospitalet marcaba con un sonoro estallido de la
afición blaugrana.
Ganando y
dominando, el Barça se relajó con la pelota en los pies. Marcó el tiempo del
partido y aguantó hasta el final del partido dónde hasta el árbitro necesitó de
un masaje para poder continuar. La guinda la puso Neymar con un gol al segundo
palo que finiquitó la noche de la mejor forma.
Estos los
puntos positivos del partido:
Iniesta, sin palabras: Iniesta ya no tiene definición. Un jugador capaz de regatear a cámara
lenta sin ser captado por el marcador, una bestia. Ojalá siga muchos años en el
Barça. Eterno.
Acabamos de la mejor forma: El Barça dice adiós a la temporada 2015/16 con un bicampeonato magnífico
que endulza el mal sabor de boca de la Champions. Somos los mejores, digan lo
que digan.
VALORACIONES
Ter Stegen: 8,5
Alves: 8,5 Piqué: 9 Mathieu: 7,5 Mascherano: 7 Jordi Alba: 8,5
Rakitic: 7 S. Roberto: * Busquets: 8 Rafinha: 7,5 Iniesta: 10
Messi: 9,5 Suárez: 7 Neymar: 9,5
Bruno Nevado De Wilde
22/05/2016
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